En ediciones previas hemos tratado varias verdades establecidas y hemos intentado demostrar que estas verdades son en realidad nuestras interpretaciones individuales del entorno en el que vivimos y que estas interpretaciones pueden tener una gran influencia en nosotros y en nuestra calidad de vida.
En el articulo “el verdadero mundo de la materia” de la revista n° 10, concluíamos que nuestro verdadero mundo real tal y como lo percibimos es lo que interpretamos de él con nuestro precondicionado cerebro. En nuestro articulo “el cuerpo humano” de la revista n° 11 explorábamos nuestro cuerpo y descubríamos que se renueva constantemente a una gran velocidad. Aprendíamos que las enfermedades se deben a desequilibrios de nuestro cuerpo y dábamos varias sugerencias para poder corregirlos. De la revista n° 12 aprendíamos cómo y por qué nuestra mente y su condición afectan a nuestra salud y bienestar. Y en la n° 13 explicábamos que incluso nuestros pensamientos diarios pueden tener una enorme influencia en nuestro sistema inmunológico y en nuestra salud.
En este artículo llegaremos a la síntesis de lo que es “el secreto del ser”. Desde nuestro entendimiento actual aceptamos el hecho de que “todo lo que existe” no tiene principio, ni final, ni limite de tiempo ni de espacio. La Ciencia postula que hubo un principio en forma de “Big Bang”, pero que había antes de eso? Y que el espacio puede inflarse a una velocidad creciente hasta destruir la materia, pero que viene después? La religión ofrece varios puntos de vista sobre este asunto. Los científicos quieren probar hipótesis y mientras tanto intentan entender lo más grande y lo más diminuto a través de conceptos y construcciones exóticas. Uno de ellos es la física quántica. No solo es más rara de lo que pensamos, si no que realmente es más extraña de lo que nosotros –seres normales- PODEMOS pensar. Nuestra forma de pensar esta basada en nuestra experiencia y sensaciones. Y estas experiencias y sensaciones de nuestro universo son incorrectas. Caer en las garras de este condicionamiento mental es el peor destino para la humanidad.
El famoso científico Stephen Hawking busca el entendimiento mas profundo del “Ser” en su bestseller “una corta historia del tiempo” y concluye que no hay ni principio, ni final, ni limitación de espacio, ni de tiempo. El “Ser” no tiene ni principio ni fin. Está en ninguna parte y en todas. Se expresa a través de nuestro espíritu, nuestro cuerpo y de nuestras experiencias, pero nuestros sentidos
no pueden descubrirlo. Podemos esperarlo más allá de nuestros pensamientos. Sin embargo no pertenece al mundo de los pensamientos, pero se encuentra en el vacío, en el silencio de nuestros pensamientos. Rumi, un gran personaje místico del medio Este lo ha descrito brillantemente como sigue: “mas allá del concepto de lo Bueno y lo Malo se encuentra una Realidad- nos encontraremos allí”. Rumi se refiere literalmente a un “campo” que se encuentra mas allá de nuestros pensamientos. Se encuentra en el espacio que existe entre nuestros pensamientos y algunas personas son capaces de llegar hasta allí a través de la meditación.
Un día el Dr. Deepak Chopra tuvo un paciente que murió tras tocar un cable eléctrico que todavía estaba conectado a 12000 voltios mientras estaba instalando una antena en el tejado. Murió de “Fibrilación Ventricular”, es decir el corazón empezó a fibrilar obviamente debido a la sobrecarga. La víctima cayó muerta desde el tejado y aterrizo sobre su pecho con el ángulo, la localización y con el impacto exactos en su cuerpo que eran necesarios para de- fibrilar su corazón. Su corazón empezó a bombear sangre de nuevo. Fue como si Dios le hubiese llamado a su lado y de repente hubiese cambiado de idea. Todo el incidente duro un par de segundos. Su corazón siguió latiendo mientras le llevaban al hospital. La víctima contaba que “su espíritu volvía continuamente a ese vacío”. El llama este pequeño incidente, a este corto intervalo de tiempo “la nada”.
Cuando le preguntaron como describir esta nada, contestó:”era un lugar de alegría ilimitada y pura felicidad. Lo experimente completamente consciente e incluso era consciente de mi propia consciencia, es decir era consciente de todo mi ser. No como esto o lo otro, si no simplemente como un “ser”. Fue la experiencia final de mi inmortalidad, la experiencia de eternidad. Me di cuenta, de una vez por todas, de todo lo demás es solamente un concepto y de que me deshice de aquello que llamamos miedo.
Lo más sorprendente fue que la víctima tenía una herida muy mala en la pierna en la zona por donde la descarga eléctrica salio de su cuerpo. De hecho su pierna estaba muy mal herida y quemada, el hueso del muslo estaba abierto y sus músculos y arterias estaban hechos polvo. Le tenían que amputar la pierna, pero el lo rechazo diciendo que podría curarla volviendo a esa “nada”, solamente con desviar su atención. Concentraría su atención hacia esa “nada” y se dejaría deslizar hacia ella. Allí podría volver a experimentar esa felicidad ilimitada y desde allí podría concentrarse en su pierna y curarla. Tras dos años su pierna estaba completamente curada! Por qué? Porque volvió a ese mismo lugar desde donde la “naturaleza crea todo”. Ese lugar particular es la nada que se encuentra entre nuestros pensamientos. Es ese lugar espiritual indescriptible desde el que la Naturaleza crea galaxias, árboles, o nuevos pensamientos. Es comprensible que muchos de nosotros tengamos problemas para entender y aceptar este tipo de “realidad”. Pero pudiera ser que esta realidad sea justo el lugar, justo el dominio mental hacia el que la humanidad debería evolucionar? Será éste otro salto de la consciencia humana hacia un escalón superior en la escalera evolutiva? Similar a el cambio de los humanoides al Homo Sapiens? El giro que abriría nuevos niveles y horizontes de consciencia y que nos permitiría acercarnos al “secreto del ser”? Algo parecido a lo que sucede en la película “Odisea en el espacio 2001” de Stanley Kubrick y representado por la repentina y dramática experiencia con el monolito?
Todos los inventos y descubrimientos han sido realizados por personas que actuaban o pensaban fuera de lo normal. Incluso si algunas circunstancias ocurrían accidentalmente, su interpretación de los elementos siempre estaba “mas allá o fuera de lo establecido”.
Si quieres experimentar una evolución similar, solo tienes que seguir una regla básica para conseguirlo: abrirte a nuevas maneras de pensar… y especialmente a nuevas formas de sentir. Con sentimientos por cualquier cosa que te rodea, tanto sea “algo vivo” o “simplemente algo que este ahí”, porque llegara el día en el que estas cosas serán parte de ti o tu formaras parte de ellas.
Porque todas las cosas son energía y por eso están conectadas unas con otras, independientemente de lo que sean o parezcan. + NOTA