Sudor corporal: salvavidas y comunicador.

Sudor corporal: salvavidas y comunicador.

Body and Soul - Body Visto: 4508

Regulación de la temperatura y química corporal.

Nuestro cuerpo tiene un sistema increíble para regular su temperatura, y su agente más importante es el sudor. No te molestes por esta reacción corporal tan natural, porque no sólo es vital, sino también un medio de comunicación perfecto.

Nuestra piel tiene alrededor de dos millones de glándulas sudoríparas. Se distribuyen por toda la superficie de nuestro cuerpo y se concentran en las palmas de las manos, las plantas de los pies y en las axilas. Están controlados por nuestro sistema nervioso vegetativo, que funciona casi de forma autónoma y da el impulso para producir sudor. Por lo tanto, no sólo sudamos en temperaturas cálidas o durante la actividad física, sino también durante el estrés, la excitación y los cambios hormonales. Además, nuestra condición física, peso y dieta tienen una influencia directa en la rapidez y la intensidad de la sudoración.

Al evaporarse el sudor de nuestra piel, refresca nuestro cuerpo y lo protege del sobrecalentamiento. Una de las razones por las que beber mucho es tan importante, especialmente en Fuerteventura!
Además del efecto refrescante, el sudor también tiene un efecto limpiador y protector de nuestra piel: elimina los productos finales de nuestro metabolismo como la urea o el amoníaco y mantiene el manto ácido en equilibrio al inhibir el crecimiento de gérmenes en la superficie de la piel. Con esta barrera natural asegura una flora de la piel sana y equilibrada.

Por último, pero no menos importante, nuestro sudor sirve para la comunicación interpersonal. Su olor típico es causado por las bacterias que descomponen las sustancias del cuerpo y que se sienten particularmente bien en la zona cálida y húmeda de las axilas y los genitales. Esta compleja interacción crea nuestro olor corporal individual, que puede desencadenar ciertos comportamientos en nuestros semejantes. Incluso afecta a nuestra elección de pareja, por lo que sólo tiene efecto a partir de la pubertad. Así que no nos hacemos ningún favor obstruyendo nuestros poros con antitranspirantes o combatiendo nuestro propio olor con desodorantes perfumados.

Para mantener a raya el olor a sudor, debes usar ropa y zapatos de fibras naturales transpirables y lavarte las axilas, los genitales y los pies con una toalla húmeda o tomar una ducha corta y tibia.

(Editado del artículo de Heike Bludau)

Michel Robeers

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